Mediante la cría, el hombre interviene de la manera más profunda y persistente en el
desarrollo de los animales domésticos. Por ello adquiere precisamente en este terreno una
responsabilidad especial frente a los animales domésticos, a quienes ha tomado a su servicio y
bajo su custodia. La cría de animales útiles de las últimas décadas se ha ido apartando cada
vez más de los valores tradicionales al perseguir la meta de maximizar las ganancias de cada
explotación a corto plazo. La agricultura biológica, cuyas metas preferentes son la protección
de sus recursos y la sostenibilidad en la producción de alimentos, debe formular algunos
objetivos de cría adecuados.